Una lavadora es un electrodoméstico indispensable que simplifica enormemente el lavado y ahorra tiempo. Al mismo tiempo, es importante cuidar adecuadamente el equipo y no cometer errores constantemente al lavarlo, lo que dañará la máquina y las cosas.
Basta recordar cinco reglas sencillas para garantizar el funcionamiento normal de la máquina.
No es necesario utilizar demasiado polvo.
No te excedas con los detergentes.
Como resultado, quedarán restos de polvo en la ropa, así como en las paredes de la lavadora. Con el tiempo, el polvo restante solo se acumulará y esto provocará un olor desagradable.
Las cremalleras de las cosas deben estar completamente cerradas.
Los dientes de metal pueden engancharse en otras prendas y arruinarlas si no las cierras antes de lavarlas.
No es necesario abrochar botones
Al lavar, los botones pueden desprenderse rápidamente de la ropa. En este caso no sólo se dañarán camisas y pantalones, sino que también hay que tener en cuenta que las piezas pequeñas pueden provocar daños en el equipo.
Las prendas pequeñas deben lavarse en una bolsa especial.
Si no existe tal opción de lavado, primero se deben meter los calcetines en el tambor para que no se pierdan y no se peguen al resto de la ropa.
La máquina debe limpiarse periódicamente.
Si ignora este procedimiento, la máquina empezará a oler desagradablemente. La ropa tendrá un olor a humedad.
Además, el propio equipo se estropeará más rápido si no lo limpias.
Vale la pena agregar que es importante limpiar periódicamente no solo el tambor, sino también la bandeja de polvo.
Anteriormente te contamos cómo saber cuándo llega el momento de limpiar tu lavadora.