Si no limpias tu horno, la comida que cocines en él no olerá tan bien como te gustaría. En primer lugar, esto se aplica a los productos horneados dulces.
No es tan fácil eliminar la grasa adherida, pero las amas de casa no tienen prisa por utilizar productos químicos domésticos debido a la amenaza de contacto de sustancias nocivas con los alimentos.
En tales casos, los desarrollos populares vienen al rescate. Te contamos cómo limpiar tu horno sin químicos.
Consejo uno: bicarbonato de sodio y vinagre
Este método se conoce desde la época de la URSS.
Para ello, toma medio vaso de bicarbonato de sodio y agrega suficiente agua hasta formar una pasta espesa.
Aplique la pasta a las superficies manchadas y cierre la puerta del horno. Es mejor dejarlo toda la noche.
Por la mañana, mezcle agua con vinagre en una proporción de 1:1 y trate las paredes del horno.
Después de 30 minutos, lave los restos de suciedad con una servilleta.
Consejo dos: limpieza con vapor
Agrega vinagre a una cacerola con agua hirviendo en una proporción de 1:1, lleva a ebullición y mete la solución al horno.
Cierra la puerta y después de aproximadamente una hora, limpia los restos de grasa con una solución jabonosa.
Consejo tres: limón y refresco
Corta un limón y espolvoréalo con bicarbonato de sodio. Utilice esta parte de la fruta para tratar las zonas sucias del horno.
Dicen que de esta forma se puede lavar la grasa y la suciedad solidificadas.
Anteriormente hablamos de cómo ordenar las almohadas sin lavadora.