La esponja que se utiliza para lavar los platos es quizás el objeto más sucio de toda la casa.
Por eso no debes olvidarte de la necesidad de sustituir periódicamente este producto.
Pero, ¿qué pasa si acabas de sacar un bizcocho nuevo del paquete y ya lo has untado con masa o grasa? ¡No tires lo que es esencialmente algo nuevo a la basura!
En este caso, un lavavajillas vendrá al rescate.
Coloque la esponja en la rejilla superior del lavavajillas y agregue la cápsula, luego seleccione el lavado más caliente y la secadora caliente.
Después de todos estos procedimientos, la esponja quedará literalmente como nueva.
Pero incluso si no tienes lavavajillas, siempre puedes utilizar un método alternativo con vinagre.
Llene un recipiente pequeño con agua y diluya vinagre de mesa en él, luego deje la esponja de espuma en remojo durante 7 a 10 minutos.
Solo queda enjuagar y secar el producto, tras lo cual se puede volver a utilizar.
Anteriormente se supo por qué algunas amas de casa usan una toallita en lugar de esponjas para los platos.