El sabor, el aroma y las propiedades beneficiosas de la bebida dependen de cómo se almacene el té.
Por tanto, se deben seguir ciertas recomendaciones.
Es mejor guardar el té lejos del café, especias y otros productos que tengan un aroma fuerte. Sin embargo, el té absorbe muy bien los olores y los retiene durante mucho tiempo.
También es importante elegir el contenedor adecuado. El té hace excelentes amigos con el vidrio, la arcilla y la porcelana.
Los contenedores deben cerrar bien.
No se deben utilizar latas.
El caso es que con el contacto prolongado puede producirse un proceso de oxidación que afectará negativamente al sabor de la bebida.
Los paquetes deben almacenarse en un lugar oscuro, lejos de la luz solar directa y de aparatos de calefacción.
Además, debes entender que el té, como cualquier producto, tiene su propia fecha de caducidad.
Si está vencido, entonces no debe contar con un aroma brillante o los beneficios de dicha bebida.
