Resulta que la plancha se puede utilizar no solo para eliminar las molestas arrugas de la ropa.
Esta misma “unidad” también te resultará útil cuando decidas ordenar tu alfombra.
Es cierto que necesitará un par de "ayudantes" más: una toalla y jabón para lavar ropa.
Tendrás que proceder de la siguiente manera: primero se frota la mancha formada en la alfombra con jabón, luego se rocía con agua y se cubre con una toalla.
Y ahora le toca el turno a nuestro “protagonista”.
Coloque la plancha caliente sobre una toalla colocada sobre el área contaminada de la alfombra. No es necesario ir muy lejos, simplemente deje la plancha en esta posición durante 5 a 10 segundos.
Una vez que termines de contar hasta diez, estarás seguro de que toda la suciedad de la alfombra ha “migrado” a la toalla.
Eso sí, antes de recurrir a este método de limpieza, conviene asegurarse de que la suela caliente de la plancha no dañe el pelo de la alfombra.