Es poco probable que nuestras abuelas, cuyas almohadas eran principalmente de plumón y plumas, fueran cada vez a la tintorería para refrescar sus productos.
No, todo es mucho más sencillo: los lavaron a mano.
Para hacer esto, fue necesario abrir la mesita de noche, colocar el "interior" de la almohada en bolsas de gasa dobladas en 3-4 capas y lavar ambas partes a mano.
Ahora que casi todos los hogares cuentan con lavadora, este proceso se puede hacer mucho más sencillo.
Te contamos cómo las amas de casa experimentadas actualizan los “pensamientos” en la lavadora. Se cree que es mejor lavar las prendas de dos en dos; dicen que de esta manera el relleno del interior de la almohada no se pierde y la lavadora mantiene el equilibrio.
Una cosa es segura: evitarás que las plumas se amontonen si colocas bolas de ropa sucia en el tambor junto con la almohada (puedes reemplazarlas con pelotas de tenis).
Como detergente, no utilice polvo, cuyos gránulos pueden no disolverse completamente, sino gel o cápsulas. El quitamanchas de oxígeno tampoco hará daño.
El modo apropiado para lavar almohadas en una lavadora es "Lana", la temperatura no debe exceder los 60 grados y la velocidad de centrifugado no debe exceder las 600 revoluciones. Asegúrese de utilizar la función de enjuague adicional con la adición de acondicionador.
Y un punto más importante: al secar, no olvides darle la vuelta a las almohadas y batirlas vigorosamente.