Al proponer matrimonio, un hombre le entrega a su amada una caja con un anillo.
Al ponerse joyas, una chica alegre suele olvidarse del bonito estuche.
Se podrá dejar otra caja después de la ceremonia nupcial. Estamos hablando de una caja que contenía anillos de boda.
¿Qué hacer con estas cosas después de que los amantes hayan formalizado su relación? Hay una gran solución.
¿A quién le debo regalar la caja?
Hay una señal: la persona que sea la primera después de los novios en tocar la caja donde se encontraba el anillo de compromiso o de bodas pronto formará una familia.
Por lo tanto, la caja debe entregarse a alguien con quien la familia recién formada tenga buenas relaciones y a quien los recién casados desean felicidad personal. La opción ideal es un testigo en una boda.
La novia puede ceder el caso a su amiga soltera. El novio puede regalar la caja a un amigo que aún no tenga novia.
Según las señales, la persona que se convierta en propietaria de la caja no permanecerá soltera por mucho tiempo.