Por desgracia, el divorcio no es algo tan raro.
Desafortunadamente, no todas las parejas casadas logran construir la felicidad familiar.
Sucede que marido y mujer resultan ser personas de carácter diferente, por lo que no pueden encontrar un lenguaje común y deciden divorciarse.
Después del fin del matrimonio, muchas personas se preguntan: "¿Qué hacer con el anillo de compromiso?"
¿Qué hacer con la decoración?
No debes conservar las joyas después de un divorcio. Según los indicios, conservar un anillo de bodas después de un divorcio puede resultar en la imposibilidad de restablecer su vida personal.
Por lo tanto, vale la pena vender las joyas. O puede fundirlo: lo "actualizado", según la leyenda, ya no representará un peligro.
Si no estamos hablando de divorcio, sino de la muerte de uno de los cónyuges, entonces la viuda o el viudo no debe vender el anillo ni fundirlo. Es mejor dejar las joyas como recuerdo.
Es cierto que no es necesario seguir usándolo en el mismo dedo que antes. Es recomendable “mover” la decoración al otro lado.