Si utiliza la estufa con regularidad, deberá limpiar la chimenea al menos dos veces al año.
Si la estufa es nueva, la primera limpieza debe realizarse a más tardar después de 18 meses.
Para evitar que se acumule hollín en la chimenea, se recomienda añadir periódicamente al fuego de tres a cuatro puñados de cáscaras de patatas.
Puede utilizar tanto limpieza fresca como en seco.
El almidón contenido en las patatas favorece la autolimpieza de la chimenea.
Por supuesto, las cáscaras de patatas no son una panacea, pero quemarlas regularmente retrasará significativamente la limpieza mecánica de la chimenea.