Se puede encontrar un microondas en la cocina de casi todos los hogares.
Debido al hecho de que el dispositivo es utilizado activamente literalmente por todos los miembros de la familia, no es sorprendente que con el tiempo su "interior" se cubra con una gruesa capa de grasa y trozos de comida quemados.
Pero no hay por qué estar triste y mucho menos negarse a utilizar un horno microondas: existe una forma sencilla que le ayudará a afrontar fácilmente este tipo de contaminación.
Para ello, llena un recipiente de vidrio con agua y exprime en él el jugo de un limón entero.
No se apresure a deshacerse de los cítricos restantes; también deben arrojarse a un plato con líquido.
Ahora envíe la "pieza de trabajo" resultante al microondas, encendiendo el dispositivo a máxima potencia durante 10 a 15 minutos.
Cuando se acabe el tiempo, no te apresures a abrir la puerta del dispositivo, sino espera unos 5 minutos más.
Solo queda limpiar las superficies internas del microondas con una servilleta o esponja, eliminando la grasa y la suciedad.