No es ningún secreto que muchos productos destinados a la limpieza de fontanería tienen un olor fuerte y, a menudo, no es el más agradable.
A pesar de que los productos químicos domésticos hacen frente a la tarea "con gran éxito", es difícil considerarlo seguro.
En su lugar, puedes utilizar un limpiador casero más neutro.
Para ello, vierte medio litro de agua en la sartén y añade 2 cucharadas de maicena.
Mezclar bien el contenido del plato y colocarlo al fuego.
Mientras esperas que hierva la base del agente limpiador, en un recipiente aparte disuelve 2 cucharadas de ácido cítrico en 100 ml de agua, luego agrega 10 ml de jabón líquido y mezcla.
Vierta una solución ácido-base en la base enfriada con almidón.
Solo queda un pequeño toque: agregar una pequeña cantidad de tinte. Podrás ver hasta dónde ha llegado el producto limpiador y qué zonas no han quedado afectadas.