Es fácil afrontar el problema utilizando medios sencillos.
Basta con tomar un paño suave o un algodón, pero primero humedecerlo en peróxido al 3 por ciento.
Luego sólo tendrás que dejar la servilleta en tus zapatos durante la noche para eliminar el olor.
Puedes rociar peróxido en el interior de tus botas. Media hora después de este procedimiento deberían estar al aire libre.
Puedes potenciar el efecto si añades unas gotas de aceite esencial al líquido.
Algunas personas prefieren poner dentro por la noche una servilleta con sal y refresco. Este método también ayuda a solucionar el problema.
Pero también es importante recordar las medidas preventivas.
Para ello, debes limpiar tus zapatos todos los días. Simplemente limpie con un paño húmedo para eliminar el polvo y la suciedad. También debes dejar que tus zapatos se sequen antes de volver a ponértelos.
Es mejor guardar los zapatos en un lugar seco y ventilado.
Puedes utilizar desodorantes especiales para zapatos o usar calcetines (inserciones) que absorban perfectamente el exceso de humedad.