Mucha gente comete el error de dejar la ropa sucia en el tambor de la máquina hasta el siguiente lavado.
Esto puede tener consecuencias desagradables.
Causas y consecuencias
¿Por qué no deberías meter la ropa sucia en la lavadora? Aquí hay algunas razones:
Desarrollo de bacterias y hongos.
La ropa sucia contiene sudor, residuos de sebo, polvo y otros contaminantes, que crean un ambiente favorable para la proliferación de microorganismos.
Es especialmente peligroso guardar ropa mojada, por ejemplo después de entrenar o de la lluvia. Esto puede provocar moho, olores y manchas en la ropa y en el interior de la máquina.
Daño a la máquina
La ropa sucia puede obstruir filtros, desagües y otras partes de la máquina, perjudicando su rendimiento y acortando su vida útil.
Además, la ropa sucia puede corroer el tambor y las juntas de goma, lo que puede provocar fugas y averías.
Deterioro de la calidad del lavado.
La ropa sucia puede dejar marcas en la ropa limpia, que se lavará con ella. Además, la ropa sucia puede emitir un olor desagradable, que se trasladará a la ropa limpia.
Esto puede requerir lavados repetidos o el uso de productos neutralizadores de olores adicionales.
Soluciones
¿Cómo evitar problemas asociados al almacenamiento de ropa sucia en la lavadora? A continuación se muestran algunas formas:
No dejes ropa sucia en el coche por más de una hora.
Si no puede lavarlo de inmediato, retírelo del tambor y colóquelo en un recipiente o canasta especial para ropa sucia.
Es aconsejable que el contenedor esté ventilado y ubicado en un lugar seco.
Limpia y desinfecta tu coche periódicamente
Al menos una vez al mes, realice una limpieza preventiva de la lavadora utilizando productos especiales o recetas populares.
Por ejemplo, puedes hacer funcionar una máquina vacía a temperatura máxima con vinagre, bicarbonato de sodio o ácido cítrico. Esto ayudará a matar bacterias y hongos, así como a eliminar las incrustaciones y los olores.
Seguir las reglas de lavado
Lavar la ropa según su tipo, color y grado de suciedad. No sobrecargue el tambor de la máquina para asegurar un buen enjuague y centrifugado.
Utilice detergentes y suavizantes adecuados. Retire la ropa limpia de la lavadora inmediatamente después del lavado y séquela en un lugar bien ventilado.