Como regla general, los cuchillos están hechos de aleaciones de alta calidad que no están sujetas a los efectos destructivos de la corrosión.
Sin embargo, también sucede que el fabricante hizo trampa y utilizó materias primas de calidad inadecuada en la producción.
Debido a esto, cuando el cuchillo entra en contacto con el agua, su hoja puede cubrirse de manchas de óxido.
La mayoría de las amas de casa en tal situación, sin dudarlo, envían el producto defectuoso a la basura.
Pero a veces sucede que el cuchillo es el único y no es posible sustituirlo por otro en este momento.
Entonces la cebolla vendrá al rescate.
Para eliminar el óxido y limpiar el cuchillo, corte cebollas enteras hasta llegar a las áreas problemáticas de la hoja.
Puede estar seguro de que, literalmente, en 2-3 minutos no quedará rastro del problema que arruinó su estado de ánimo. Después de eso, puede volver a utilizar el dispositivo para el fin previsto y cortar no solo cebollas, sino también otros productos.