El frigorífico es el principal electrodoméstico de la cocina moderna, sin el cual es imposible siquiera imaginar el almacenamiento de alimentos. Sin embargo, la refrigeración no es un método universal para mantener la frescura.
Algunos alimentos no necesitan estar fríos en absoluto y, de hecho, la refrigeración es especialmente mala para ellos. Algunas pierden su consistencia, mientras que otras pierden su sabor y aroma. Por tanto, tiene sentido utilizar el frigorífico de forma consciente.
Alimentos no aptos para el frigorífico.
A modo de guía rápida, aquí se presentan las ocho categorías de alimentos más comunes que no se recomiendan para refrigeración.
1. Nueces y avellanas
Son un snack saludable y sabroso, pero pierden su sabor cuando están fríos y también pueden captar el olor de otros alimentos almacenados cerca en el estante.
2. Hornear
La temperatura ambiente es ideal para una variedad de productos horneados. Cuando los productos horneados se colocan en el refrigerador, se vuelven densos y húmedos, y los olores del refrigerador destruyen su sabor.
3. Cítricos
Ni las naranjas, ni los pomelos, ni los limones, ni las limas requieren refrigeración. Si se dejan en el frío, se ablandarán y perderán su sabor.
4. Pepinos
Cuando se enfría, esta verdura se vuelve excesivamente acuosa y tiene un sabor desagradable. Si los pepinos se almacenan en estantes donde la temperatura es más baja, es posible que incluso se congelen.
5. Mantequilla de maní
El frío endurece la crema de frutos secos y dificulta untarla en el pan. Sin mencionar que perderá gran parte de su ventaja: la pasta comenzará a parecerse más a chocolate que a crema.
6. Familia de cebolla y ajo
El ajo, la cebolla morada y la cebolla morada también se ablandan en el refrigerador y su sabor picante dominante se desvanece con el tiempo.
7. Miel
La miel cristaliza cuando se coloca en el frigorífico. Afortunadamente, esto no estropea el producto en sí; basta con poner el recipiente con miel en agua hervida durante un rato y volverá a su estado original.
8. albahaca
Las hojas de albahaca se vuelven negras en el frigorífico y su delicado aroma se desvanece. En cambio, absorbe una serie de olores de los alimentos en el refrigerador.