Las amas de casa experimentadas prefieren no tirar las cáscaras de naranja: son un ingrediente valioso y versátil.
Se pueden secar, agregar al té y también usar para otros fines.
Pero hay un método que despierta el interés de la mayoría de amas de casa.
Primero, coloca las cáscaras en un frasco de vidrio hasta arriba. Es mejor doblar la corteza sin apretarla, sin compactarla.
A continuación, llenar el recipiente con vinagre al 9% para que se cierre cada costra, cerrar la tapa y dejar reposar durante 14 días a temperatura ambiente en una habitación oscura.
En dos semanas, tendrá a mano un limpiador confiable para baños y plomería que funciona tan bien como los productos químicos de marca.
En cuanto al olor a vinagre, se puede sentir un poco durante el uso, pero luego se disipa rápidamente. El vinagre limpia bien las superficies de gérmenes.
El producto se puede utilizar puro o diluido. Se recomienda utilizar guantes durante la operación.