Como resultado del uso prolongado, el tamaño del jabón disminuye notablemente.
El resultado son restos que son difíciles de utilizar para el fin previsto: como producto de higiene.
Una buena ama de casa nunca tirará estas sobras. Intentará derretirlos para hacer una nueva pastilla de jabón sólida.
O puedes hacer algún otro producto a partir de estas piezas. Por ejemplo, los restos de jabón, "empaquetados" en una bolsa, actúan como un excelente agente aromatizante.
Pero existe otra opción para el uso alternativo de los residuos de jabón. Se pueden enviar a la cisterna del baño.
La esencia del truco de vida.
Debes recoger los restos y ponerlos en un calcetín. El producto debe estar bien atado.
El resultado es un dispositivo diseñado para ser “instalado” en la cisterna del inodoro.
Durante el lavado, un líquido jabonoso con una cantidad considerable de espuma entrará en la taza de los accesorios sanitarios.
Gracias a esto, la superficie de porcelana o loza se ensuciará mucho más lentamente.
Además, es posible que aparezca un olor agradable. Especialmente si usas jabón aromático.
Así, no es necesario tirar los restos de jabón: se pueden utilizar sin problemas como ambientador y como medio para limpiar los sanitarios.