Vale la pena prestar atención a estos matices al elegir productos de masa.
Cerca del estante con pasta, los ojos literalmente se vuelven locos: hay tantas variedades y nombres diferentes presentados.
Sin embargo, a menudo sólo después de la cocción queda claro que el producto es de calidad mediocre.
Pero la pasta ya está comprada y se ha dedicado el tiempo a cocinar. Como resultado, tendrás que poner la “papilla” pegajosa sobre la mesa.
Para evitar este resultado, conviene prestar atención a varios matices a la hora de elegir un producto.
En primer lugar, no conviene tomar pasta suelta. Ningún fabricante fiable suministrará productos sin embalaje de marca.
A continuación debe inspeccionar el contenido del paquete. Si hay una cantidad notable de productos rotos, esto indica una calidad mediocre del producto.
Además, no debe haber migas de harina en el fondo del paquete. Su presencia también dice mucho sobre la mala calidad de la pasta y el almacenamiento y transporte inadecuados.