Un truco para quienes tomaron la decisión equivocada en la tienda.
A primera vista, las mandarinas parecen maduras y hermosas. Pero ya en casa aparece la decepción: es amargo y también hay muchas semillas.
Si el sabor de la fruta te hace estremecer, no debes tirarla. Todo se puede arreglar si utilizas el método japonés.
El método es sencillo, pero te permite hacer mandarinas mucho más dulces. Los japoneses organizan dos "baños" para los cítricos. Todo dura unos 10 minutos.
Primero, los frutos se colocan en agua tibia. Vierta suficiente líquido en el bol para sumergir completamente la fruta. La temperatura del agua debe ser de aproximadamente 40 grados.
Después de 10 minutos, transfiera las mandarinas a un recipiente con agua fría. El secreto es simple: debido a un cambio brusco de temperatura, el ácido se descompone y la fruta adquiere un sabor más dulce y agradable.