Espuma de jabón, gotas de agua secas y manchas: todo esto se deposita en la superficie del espejo, que se vuelve turbio.
Muchas amas de casa resuelven este problema con la ayuda de remedios caseros. Por ejemplo, se utilizan cebollas o almidón, incluidas las patatas.
Pero existen medios más efectivos que ayudarán a devolverle el brillo al espejo.
Pureza y resplandor
Las amas de casa y las limpiadoras experimentadas lavan los espejos hasta que brillen con amoníaco o alcohol común. Uno de estos productos se aplica con un paño seco.
Para un mejor efecto, después de usar alcohol, pula los espejos con cualquier limpiacristales.
No es sólo un remedio
No sólo es importante qué producto de limpieza se utiliza. Los limpiadores experimentados recomiendan prestar atención a las herramientas que se utilizan para eliminar la suciedad.
Por ejemplo, no debes dar preferencia a las telas de algodón o a las camisetas viejas. Lo mejor para limpiar los cristales es un paño de microfibra o un material de limpieza de cristales de coche.