Entre los muchos signos y supersticiones rusas, una de las más famosas y extendidas es la prohibición de saludar, despedirse o estrechar la mano al otro lado del umbral de una casa.
¿Por qué se considera esto y qué consecuencias puede haber si se incumple esta regla?
El umbral de una casa en la antigüedad tenía un significado especial. Simbolizaba la frontera entre dos mundos: el interior y el exterior, los vivos y los muertos, la luz y la oscuridad.
El umbral era una especie de protección contra las fuerzas del mal que podían entrar a la casa desde la calle.
Por ello, en el umbral se realizaban diversos rituales, por ejemplo, enterrar las cenizas de los familiares fallecidos o dejar ofrendas al brownie.
Saludar o despedirse a través del umbral se consideraba un gran pecado y un insulto a los espíritus de los antepasados y del brownie.
También podría alterar la armonía y el confort de la casa, atraer energías negativas, mal de ojo o daños.
Como resultado, en la familia podrían comenzar riñas, enfermedades, desgracias o pobreza.
Incluso hoy en día, muchas personas se adhieren a esta superstición y no se dan la mano al cruzar el umbral.
Si esto sucede por accidente, entonces debes santiguarte o tocar madera para evitar problemas.
También se puede pedir al huésped que entre a la casa o que salga y repita el saludo o despedida a un lado del umbral.