Puede parecer que los restos de comida quemada hacen que el uso posterior de la sartén sea inadecuado.
Esto es un error. Limpiar los platos será complicado, pero es posible. Lo principal es no dañar la superficie, especialmente cuando se trata de utensilios de cocina esmaltados.
Por tanto, es mejor evitar los productos de limpieza abrasivos. Un truco popular puede acudir al rescate.
Para limpiar las ollas de manera eficiente y sin mucha dificultad, necesitará carbón activado común.
Para poner en orden una cacerola mediana, necesitarás de 2 a 3 tabletas.
Primero debes desmenuzarlos y verterlos en un recipiente quemado.
Luego llena todo con agua caliente. Es necesario agregar suficiente agua para que cubra las áreas quemadas en las paredes o el fondo y dejar todo en remojo durante 15-20 minutos.
Después de esto solo queda lavar la sartén de la forma habitual con una esponja o un paño.
Como aseguran las amas de casa experimentadas, después de este procedimiento, los depósitos de carbón se caerán por sí solos y el esmalte no se dañará durante la limpieza.