A los topos les encanta darse un festín con las lombrices de tierra, que son una ayuda invaluable para todos los residentes de verano.
Al obtener alimentos proteicos, los animales ciegos desentierran los parterres y el césped. A los topos no les importa cuánto tiempo y esfuerzo se dedicó a organizar el sitio.
Los veraneantes tienen a su disposición muchos medios para combatir a los animales que viven bajo tierra. Por ejemplo, existen repelentes especiales. Hay venenos y compuestos olorosos que también ayudan a los jardineros.
Pero no todo el mundo quiere utilizar venenos, productos químicos o gastar dinero en trampas. Existe una forma antigua, pero comprobada, de hacer que un topo se mantenga alejado del lecho del jardín. Las plantaciones estarán bien y el topo estará vivo y coleando.
A los animales del suelo realmente no les gustan los temblores de la tierra. Al sentir vibraciones en profundidad, concluyen que la superficie no es segura. Los animales evitan las fuentes de ruido.
Los veraneantes colocan clavijas en las camas, en las que colocan una botella o un frasco. “Silbará” con el viento e incluso ahuyentará a las serpientes. En lugar de latas, se atrapan objetos pequeños: clavos, placas, pernos, tuercas. Al balancearse con el viento, también crean ruido, lo que obliga al topo a buscar presas en otro lugar.