Un olor desagradable es una parte integral de cualquier baño rural.
Por eso, muchos veraneantes buscan opciones que ayuden a “asentar” aquí un agradable aroma o al menos enmascarar el hedor.
A menudo se coloca un baño campestre al final del sitio y se adorna con plantas trepadoras para ocultarlo de miradas indiscretas. Pero incluso un inodoro entrelazado con enredaderas desprenderá un aroma nada floral.
Como beneficio adicional, si el sitio lo permite, se plantan árboles a 5-7 metros del inodoro, que funcionan como una especie de "sistema de eliminación de aguas residuales".
El olor desagradable del interior del inodoro se neutraliza con aserrín. El material de madera absorbe el olor. Por lo tanto, colocan un balde de aserrín en la letrina y mantienen cerca una pala o espátula.
Después de cada visita al baño, se vierte un poco de aserrín en el pozo negro. El efecto se nota casi de inmediato, dicen los veraneantes experimentados. En lugar de aserrín, use ceniza: 1-2 cucharadas. Para ello, cualquier residuo de combustión es adecuado, tanto los residuos domésticos como la leña.