Todo el mundo sabe que con el tiempo es necesario lavar las almohadas sobre las que duermes.
Absorben el olor corporal y el sudor, lo que deja manchas amarillas. No es necesario llevar las almohadas a la tintorería; puedes hacerlo tú mismo.
Puedes intentar rociar ocasionalmente las almohadas con agua oxigenada, dejarlas secar y usarlas.
De esta forma eliminarás las bacterias de tus almohadas y las refrescarás. Las manchas manchadas se deben tratar con clorhexidina, esperar a que se sequen y lavar las almohadas en la lavadora.
Aplicar quitagrasas sobre las manchas amarillas, dejar secar un poco y luego lavar en la lavadora.
Puedes disolver cuatro cucharadas de lejía en polvo en agua caliente.
Luego coloque la almohada en la solución durante unos diez minutos y luego lávela en la lavadora.
Lo mejor sería disolver talco para bebés y cuatro cucharadas de amoníaco en agua.
Luego sumerge las almohadas en la solución y lávalas. El amoníaco les quitará el olor desagradable.
Puedes lavar las almohadas con un gel o una cápsula de lavado. Asegúrese de enjuagar más las almohadas.