Limpiar cristales ya no es un problema. Una gran cantidad de aerosoles especiales e incluso trapos que no dejan rayas permiten restaurar rápidamente el vidrio a su forma adecuada.
La única pregunta es cómo mantener esta pureza durante mucho tiempo. De hecho, en condiciones urbanas, el polvo se deposita muy rápidamente sobre el vidrio limpio y, después de la lluvia, se convierte en suciedad.
Aquí hay algunos trucos para ayudar a proteger su vidrio limpio.
Para un litro de agua limpia, agregue dos cucharadas de vinagre de mesa, revuelva y agregue un par de gotas de detergente para platos.
El líquido se vierte en una botella con atomizador y se usa para limpiar. Esta composición elimina perfectamente la contaminación que pueda haberse congelado en el vidrio dentro o fuera de la habitación.
Sin embargo, el líder indiscutible de todas las clasificaciones es la glicerina.
Es esta composición la que le permite conservar el brillo y la luminosidad de las ventanas lavadas durante mucho tiempo.
Lo mejor es que, a diferencia del vinagre o el amoníaco, esta composición no tiene un olor desagradable.
Y no hay nada más fácil que preparar una solución de glicerina para lavar cristales.
Un vaso de agua necesitará entre 30 y 40 gramos de glicerina, y también puedes agregar un par de gotas de amoníaco.
La composición se mezcla y se aplica a las ventanas limpias con un atomizador, y luego se frota con un trapo seco y limpio por toda la superficie hasta que no queden rayas.
Punto interesante. Si tratas el exterior del cristal con este producto, se depositará menos polvo sobre ellos. Y si lo frota con la misma composición desde el interior, en la estación fría las ventanas no se empañarán.