El acrílico es un material que tiene una superficie lisa y es muy duradero.
Por esta razón, se utiliza con tanta frecuencia en la producción de bañeras: los productos acrílicos no sólo son prácticos, sino también duraderos.
Sin embargo, un cuidado inadecuado puede inutilizar cualquier dispositivo de plomería, incluso los acrílicos.
Por lo tanto, no conviene utilizar desinfectantes que contengan cloro para una bañera acrílica.
Sin duda, este medicamento le librará de los gérmenes, pero al mismo tiempo provocará que el acrílico se enturbie.
Por eso, si no quieres que la bañera deje de agradarte con su deslumbrante color blanco y cambie su tonalidad a gris o amarillo, es mejor evitar la lejía.
De lo contrario, si se realiza una limpieza regular con productos que contienen cloro, la superficie de la bañera se cubrirá de pequeños poros.
Estos agujeros microscópicos se convertirán en el mejor refugio para los microorganismos patógenos.