Los rizos son quizás el problema más común al que se enfrentan los propietarios de alfombras.
Para no tener que dedicar todas tus energías a esta lucha, intenta utilizar medidas preventivas de forma oportuna.
1. Primero, coloque correctamente la alfombra recién comprada. Nivele la alfombra, límpiela del polvo y séquela.
Ahora debe aplicar cinta adhesiva de doble cara en todos los rincones de la alfombra y fijarla al piso.
2. Para que la alfombra no quede atrás del piso, no utilice una aspiradora para limpiarla durante los primeros meses después de la compra. En su lugar, barra la alfombra con una escoba o pase el pelo con un cepillo suave.
Al principio tendrás que dejar de utilizar cepillos duros y productos químicos domésticos agresivos.
3. El último consejo es para quienes gustan de recurrir a algún método para limpiar la alfombra de la suciedad acumulada, como el batido.
Realice el procedimiento colgando el riel sobre una superficie plana en lugar de una barra horizontal o una cerca. En este caso, los golpes deben aplicarse desde el interior. Al finalizar la operación, no olvide nivelar la alfombra.