Las tiendas modernas ofrecen una rica variedad de utensilios de cocina, pero muchas amas de casa, probablemente por costumbre, optan por los habituales utensilios de cocina de hierro fundido.
Sin embargo, no son difíciles de entender: estos platos retienen bien el calor y casi no se queman.
Si quieres dejar de lado las sartenes que se han convertido en tus favoritas, debes cuidarlas como es debido.
Si acaba de comprar una sartén de hierro fundido, asegúrese de engrasarla con aceite vegetal y calentarla en el horno o con gas.
Antes de empezar a utilizar los utensilios para el fin previsto, no seas demasiado perezoso para repetir este procedimiento varias veces.
Posteriormente, la sartén se cubrirá con una capa de hollín, que la protegerá de forma fiable contra la oxidación.
Para limpiar la sartén después de cocinar la cena, vierta agua hirviendo sobre ella y frótela ligeramente con una esponja o un paño suave.
Al finalizar el procedimiento, seque los platos. Aplique una fina capa de aceite a la sartén y caliéntela adecuadamente antes del siguiente uso; de esta manera durará décadas.