Hay algunas reglas que debes recordar para mantener tu piso reluciente y limpio.
Aún así, limpiar los suelos de la casa de forma eficaz no es tan fácil como podría parecer a primera vista.
Hay matices que conviene recordar durante la limpieza.
Primero debe limpiar en seco, quitar el polvo de las superficies superiores, aspirar y solo luego pasar a lavar los pisos.
Debes comenzar a lavar desde el rincón más alejado y moverte en una dirección. Esto ayudará a evitar que la suciedad se transfiera a áreas limpias.
Es mejor mover el trapeador en forma de ocho. En este caso, se acumularán más partículas diferentes.
Periódicamente, mientras lava el piso, debe cambiar el agua del balde con agua limpia. Esta sencilla regla ayudará a evitar divorcios.
En el proceso, no te olvides de los lugares de difícil acceso para que la casa se sienta completamente limpia. Estamos hablando del suelo debajo de la cama y debajo de los armarios.