Además de que algunos detergentes en polvo no son capaces de otra cosa que refrescar la ropa durante el proceso de lavado, sucede que luego la ropa se ensucia más que antes.
En este caso, no es necesario culpar a los productos químicos domésticos, sino al estado de los electrodomésticos.
Te contamos cómo entender lo sucedido por el color y la naturaleza de las manchas.
Manchas de colores
Algunas manchas inusuales, coloreadas o blanquecinas indican que, en la masa general, se incluyó en el lavado una prenda propensa a desprenderse. Pueden ser jeans, telas brillantes o lavados con agua a alta temperatura.
Manchas marrones (rojas)
Estos son rastros de óxido, que a menudo terminan en el sistema de plomería después de cortar el agua en las casas. También es posible que haya objetos metálicos atrapados en algún lugar de la máquina que estén arruinando las cosas. Podrían ser monedas, botones y otras cosas que cayeron en la junta de goma o en algún otro lugar durante el proceso de lavado.
Manchas azules (moradas)
A veces, los fabricantes de productos químicos domésticos añaden gránulos azules a los polvos. Estos compuestos se utilizan para blanquear. La cantidad incorrecta de polvo o el ajuste de temperatura harán que queden puntos azules o manchas en las prendas.
Si aparecen manchas amarillas, además de la composición del polvo y su cantidad, el motivo puede deberse a defectos en los electrodomésticos.
Esto se debe principalmente a la suciedad acumulada en el manguito, a un sistema de drenaje obstruido o incluso a una fuga en el sello de aceite. En este último caso, no todo el mundo puede reparar una lavadora sin la ayuda de un especialista.