Las bufandas, calcetines, suéteres y otras prendas tejidas a mano tienen un valor especial y parecen más abrigadas que las similares de la tienda.
Pero hay una circunstancia que no conviene olvidar. Se cree que una vez finalizado el tejido, el producto terminado debe lavarse. ¿Es esto cierto?
Te contamos por qué esto es tan importante.
En primer lugar, antes de terminar en el mostrador de la tienda, el hilo pasa por más de un par de manos. Luego la misma cantidad, sin contar el tiempo que los hilos acumulan polvo en los estantes esperando ser vendidos.
En segundo lugar, a menudo se puede escuchar que las prendas de punto se estiran después del lavado, pero si las lava a mano y respetando el régimen de temperatura, no pasará nada malo. El producto volverá a su forma original después de secarse.
En tercer lugar, después del lavado, se alisan todas las posibles irregularidades y los bucles quedan en su lugar. En otras palabras, una prenda de punto lavada parece más cuidada.
En cuarto lugar, si se trata de cachemira, la prenda adquiere un aspecto aireado y suavidad sólo después de lavarla.
Y una última cosa. El hilo de canilla debe lavarse. Si empiezas a usar algo que no ha sido lavado, no podrás evitar alergias y otros problemas, y todo porque este hilo está recubierto con un compuesto especial para un mejor deslizamiento.
