Además de que el grifo instalado en la cocina se ensucia a un ritmo alarmante, el agua dura también puede contribuir al desorden del grifo.
Una esponja empapada en un agente limpiador normal no puede eliminar estas manchas.
En este sentido, las amas de casa se ven obligadas a recurrir a productos químicos agresivos.
Sin embargo, existe una opción de limpieza alternativa en la que no es necesario inhalar el olor acre de los productos industriales.
Resulta que cualquier pasta de dientes, incluso la más económica, puede sustituir a estos productos. Además de la pasta, debes abastecerte de una botella de peróxido de hidrógeno y podrás comenzar a limpiar.
Aplique una pequeña cantidad de pasta de dientes al grifo con un cepillo de dientes viejo y luego vierta peróxido sobre el grifo.
Después de 10 a 15 minutos, enjuague el resto del compuesto limpiador junto con la cal.
El toque final del que no puedes prescindir es secar la batidora con una servilleta. Esto mantendrá el grifo perfectamente limpio.