Un sencillo truco que evitará que la ropa adquiera un olor desagradable tras el lavado.
Algunas amas de casa tienen la opinión errónea de que el interior de la lavadora está limpio.
Al principio no hay señales de problema. Pero con el tiempo, la máquina comienza a exudar el olor a pantano mohoso. El epicentro del hedor es el tambor.
El mayor problema es que este olor se transfiere a las cosas. La ropa está limpia, pero huele mal.
Para evitar este problema, los expertos aconsejan realizar un procedimiento sencillo de vez en cuando.
Es necesario ejecutar un modo de lavado con la adición de una pequeña cantidad de ácido cítrico, recomiendan los expertos.
Después del lavado, la puerta se deja abierta hasta que el agua del tambor se seque por completo. Limpie suavemente el brazalete con un trapo, en el que se acumula suciedad y, a veces, comienza a crecer moho. Todo esto provoca la aparición de un olor desagradable.
Además, los expertos aconsejan retirar la cubeta del detergente. La pieza se limpia de residuos de polvo, se seca por separado y se devuelve a su lugar.
