Con el tiempo, se acumula una capa compuesta principalmente de grasa en los electrodomésticos de cocina.
Es bastante difícil lavarlo con agua corriente; es mejor utilizar un producto sencillo. Y no hablamos de limón y vinagre.
En este caso, el aceite de girasol ayudará a combatir la contaminación. Solo necesitas aplicar el ingrediente en un paño de microfibra y limpiar la superficie de la estufa.
El aceite suavizará los depósitos de grasa y ocultará pequeños rasguños. Además, tras el lavado no quedarán rayas en la superficie.
Otra forma sencilla de limpiar una estufa consiste en utilizar jabón para lavar ropa. Disuelva 20 g de refresco y 25 g de jabón en agua caliente. La mezcla resultante se aplica a la superficie y se deja durante 10 a 15 minutos y luego se lava.
El polvo de mostaza disuelve muy bien los depósitos de grasa, por eso lo utilizan muchas amas de casa. Mezclan el producto con una pequeña cantidad de agua y luego lo aplican en las zonas problemáticas. Después de 10 min. La mezcla se lava y se registra un resultado excelente.