Dado que la calidad del agua en muchos hogares deja mucho que desear, muchas amas de casa tienen que lidiar con depósitos de sarro difíciles en sus grifos.
Esta contaminación es especialmente desagradable por dos razones.
En primer lugar, estropean irremediablemente la apariencia de un baño limpio y ordenado.
En segundo lugar, deshacerse de la placa es tan difícil que no todos los productos químicos domésticos pueden solucionarlo.
En este sentido, hay que buscar opciones entre los métodos tradicionales. Por lo tanto, en Internet a menudo se pueden encontrar recomendaciones sobre el uso de vinagre en el proceso de limpieza de tuberías.
Sin embargo, estos consejos no siempre son eficaces. Si te encuentras en una situación similar y el vinagre no sirve de nada, es posible que hayas realizado el proceso de limpieza de forma incorrecta.
Para que el ácido pueda eliminar las incrustaciones, las zonas contaminadas deben cubrirse con una toalla. Debes tener especial cuidado con la base del grifo y otros lugares de difícil acceso.
Una vez que todo esté listo, vierte vinagre sobre la tela y deja la “compresa” improvisada en el grifo durante 5-10 minutos.
Pasado el tiempo indicado, solo queda enjuagar las zonas previamente cubiertas de placa con agua tibia y frotar con el lado duro de la esponja, si surge tal necesidad.