Para que el tul quede blanco cristalino, un lavado no es suficiente.
Hace décadas, nuestras abuelas usaban el azul para eliminar el tinte amarillo y dejar las cortinas blancas.
Lamentablemente, este remedio sencillo pero al mismo tiempo eficaz está actualmente inmerecidamente olvidado.
Por lo tanto, es hora de recordar este método si quieres convertir el tul gris en blanco como la nieve.
Llene un recipiente con 10 litros de agua tibia y agregue 1 tapón de azul, después de lo cual el agua se volverá azul.
Asegúrese de que el medicamento se haya disuelto uniformemente, después de lo cual puede remojar las cortinas lavadas en un recipiente.
El procedimiento durará unos 15 minutos, tras los cuales tendrás que enjuagar el tul con agua limpia.
Las amas de casa experimentadas cuelgan cortinas en la ventana inmediatamente después del lavado, donde se secan. Para suavizar las arrugas, si es necesario, conviene utilizar una vaporera.