Desafortunadamente, aquellos a quienes les gusta pasar un par de horas leyendo un libro de vez en cuando se enfrentan a un problema como la aparición de moho en las páginas de una publicación impresa.
Hay dos razones para este desagradable fenómeno.
Uno de ellos, el más evidente, es la elevada humedad que reina en la habitación donde se guardan los volúmenes de tus autores favoritos.
El segundo factor que afecta negativamente al estado de los libros está asociado a los constantes cambios de temperatura.
Además de la aparición de moho, las páginas pueden convertirse en una fuente de olores desagradables; debes admitir que no podrás disfrutar de una historia interesante en tales condiciones.
Por eso, no importa de dónde surja el problema, requiere una solución inmediata.
Un refresco común será un fiel asistente en tal situación. Coloca el libro en una bolsa de papel y espolvorea las páginas con un poco de levadura en polvo.
Deje la enciclopedia o la historia de detectives así durante un par de días, luego sacuda el refresco de los libros y déjelos al sol durante un día.