Tan pronto como se enciende la calefacción, para acelerar el proceso de secado de las cosas después del lavado, la mayoría de las amas de casa comienzan a colocarlas en los radiadores.
Sin embargo, los expertos están categóricamente en contra de estos métodos de secado porque pueden tener malas consecuencias.
El hecho es que este método de secado común aumenta la humedad en la habitación.
Como resultado, el aumento de la humedad puede provocar un olor desagradable a humedad y moho en la casa.
Los expertos recomiendan una opción más preferible: una rejilla de secado especial para colgar la ropa.
Sin embargo, antes de esto, debes poner la ropa en la lavadora para darle un centrifugado adicional. Es mejor colocar la secadora en una habitación iluminada.
Es mejor colgar las prendas mojadas en la secadora a una distancia entre sí para evitar la aparición de un olor a humedad.
Los expertos aconsejan lavar la ropa a bajas temperaturas, de 20 a 40 grados, según la lavadora.
Los experimentos han demostrado que el agua fría elimina mejor diversos contaminantes de la ropa.