Entre la mayoría de las amas de casa existe la creencia común de que lavar una almohada rellena de plumas es un proceso largo y problemático.
Sin embargo, en realidad resulta que este no es el caso en absoluto.
Si te inspira la idea de poner en orden tus pensamientos, puedes hacerlo tú mismo, sin recurrir a una lavadora o tintorería en busca de ayuda.
Primero, golpea bien la almohada para eliminar el polvo que se haya acumulado aquí.
Después de eso, abra un poco la costura y transfiera las plumas a bolsas preparadas previamente. Cada uno de ellos debe estar cuidadosamente atado.
Importante: no llene las bolsas demasiado apretadas; necesita que la solución limpiadora pueda penetrar a través del espesor del relleno.
Sumerge las bolsas en un recipiente lleno de agua o en una bañera con detergente líquido añadido y déjalas allí durante 15 minutos.
Después de un cuarto de hora, recuerde cuidadosamente el contenido del pañal; no debe torcer las bolsas. Al final del lavado, enjuague las plumas varias veces.
Para secar la pelusa, conviene sacarla de las bolsas y extenderla en una fina capa sobre una superficie plana. Si encuentra enredos, debe romperlos con las manos. No olvides cubrir las plumas con una gasa para que no salgan volando en diferentes direcciones.