La resistencia al estrés es una habilidad o habilidad adquirida que ayuda a una persona a superar la negatividad y a mantener las emociones bajo control en situaciones difíciles.
En ausencia de esta habilidad, una persona puede desarrollarla de forma independiente.
El psicólogo empresarial Stanislav Sambursky dijo que a menudo fue testigo de cómo los clientes experimentaban problemas en el trabajo y la razón era su baja tolerancia al estrés.
La tarea del psicólogo es ayudar a desarrollar esta habilidad, después de lo cual la carrera y la vida personal adquieren un nuevo significado. En la situación actual, la resiliencia es más importante que nunca. Ayuda a aceptar la realidad cambiada, superar conflictos en el trabajo, mantener relaciones con los seres queridos, etc.
Para aumentar la resistencia al estrés, debes prestar atención a los siguientes aspectos de la vida.
1. Sigue el biorritmo
- Acuéstese y levántese a una hora que le resulte cómoda.
- Trabaja durante el día y no dejes las cosas para más tarde.
- Establece un tiempo para descansar.
- Dedicar el inicio de la jornada laboral a las tareas más difíciles y responsables.
2. No utilices aparatos una hora antes de acostarte
Para dormir profundamente, el cerebro necesita descansar. Esto lo impide cualquier ruido de información en forma de televisión, ver películas, jugar juegos y chatear por teléfono.
Si te acuestas inmediatamente sobre la almohada, no podrás conciliar el sueño instantáneamente: el cerebro debe procesar la información recibida. Por eso, lo mejor es ventilar la habitación una hora antes de acostarse, poner música relajante, dar un paseo al aire libre o darse un baño.
Este ejercicio se convertirá rápidamente en un hábito y ayudará a aumentar la resistencia al estrés. El trabajo diario ya no será oneroso y la productividad aumentará.
3. Eliminar estimulantes
El mundo moderno está “encendido” por el café. De camino al trabajo, una persona pasa por al menos 2-3 cafeterías, de las que emana un aroma seductor. Quiero entrar y comprar un vaso de tónica. Pero cuanto más bebe una persona bebidas con cafeína, más se agotan sus recursos.
A través de ellos, el cuerpo no recibe energía adicional, al contrario, la pierde. Como resultado, la mayoría de los empleados no llegan al trabajo vigorizados, sino agotados.
Nada repone la energía del cuerpo tan bien como un sueño profundo y saludable.
4. Haz ejercicios o sal a correr
En una situación en la que una persona no dispone de suficientes 24 horas al día, no le es posible encontrar minutos libres para hacer ejercicio físico por la mañana y por la noche. Combinado con el mantenimiento de biorritmos saludables, acostumbrarse al ejercicio diario será mucho más fácil.
Después de un tiempo, la propia persona querrá hacerlo. Lo que lo empujará hacia esto será un sentimiento hasta ahora extraño de una oleada de vitalidad. Se sabe que la actividad física moderada favorece la producción de dopamina, la hormona de la motivación y la alegría.
5. Equilibrio de proteínas, grasas y carbohidratos
La mala nutrición tiene un impacto negativo en la salud física y mental. Comer carne, pescado, cereales, productos lácteos, hierbas, verduras y frutas favorece el funcionamiento saludable de los sistemas nerviosos central y periférico. Al mismo tiempo, aumenta el nivel de resistencia al estrés. Cuando una persona ingiere alimentos poco saludables y monótonos, se priva de la oportunidad de afrontar adecuadamente el mundo exterior. Su resistencia al estrés no deja nada que desear.
6. Deshazte de fuentes adicionales de estrés
Después de leer las fuentes de noticias, debes comprobar su veracidad y formarte tu propia opinión al respecto.
La fuente más común de estrés en este momento son los medios de comunicación. Constantemente aparece información aterradora al ver su feed en varias redes sociales. Debe darse de baja de dicho contenido.
En el ritmo frenético de la vida, uno olvida que la historia de vida de amigos y conocidos en las redes sociales es diferente a la realidad: allí todo está embellecido. La gente cede a la envidia y se compara con los demás. Como resultado, crece la tensión interna y la insatisfacción con uno mismo.
Hay gente tóxica a nuestro alrededor. Como sabes, la comunicación con ellos se convierte en una fuente adicional de negatividad, bilis y críticas, por lo que es recomendable limitar el contacto con ellos.
7. La mañana es el momento de las tareas difíciles.
Como psicólogo clínico, creo que las primeras horas de la jornada laboral son las más productivas. Esto se explica por el hecho de que el cerebro todavía está limpio y no está sobrecargado con información adicional. Por tanto, el inicio de la jornada laboral es el momento ideal para realizar las tareas más difíciles. Su segunda mitad es apta para asuntos que requieren la menor concentración y dedicación.
8. Evite distraerse con las redes sociales durante el horario laboral
Más de una vez al día, los empleados de oficina tienen tiempo libre. Con su llegada, la mano automáticamente alcanza el teléfono con el deseo de desplazarse por las noticias. Para aumentar la resistencia al estrés, recomiendo suprimir este impulso. Charlar con colegas o sumergirse en un dispositivo solo debe realizarse durante la pausa del almuerzo.
9. Realización de tareas paso a paso
Se ha demostrado científicamente que el cerebro humano no puede realizar dos acciones al mismo tiempo de manera eficiente. Cuando se cambia la atención, la productividad disminuye y la persona se estresa. Es recomendable realizar cualquier trabajo por etapas, hacer descansos, beber agua y salir al aire libre.
10. Vacaciones saludables sin aparatos
- Es un error considerar la televisión, las noticias y las redes sociales como un medio de relajación. En esos momentos, el cerebro no descansa. Continúa procesando información intensamente.
- La recreación al aire libre, las clases de gimnasia y otras actividades dinámicas de ocio activan el cuerpo y restauran el sistema nervioso.
- Recomiendo analizar sus vacaciones, comprender qué actividades le brindan mayor satisfacción y descartar las menos productivas.
11. Más vale prevenir que curar
Un error común entre los representantes de la oficina es ignorar los primeros síntomas de fatiga y decidir descansar sólo cuando sea absolutamente necesario. Como sabes, cualquier enfermedad es más fácil de prevenir que de curar. Por eso, ante los primeros signos de fatiga, es importante darse un respiro.
12. Tiempo para ti
Para el funcionamiento saludable del sistema nervioso, es recomendable que una persona esté sola consigo misma de 30 a 60 minutos al día. El tiempo dedicado a uno mismo sin aparatos repone la fuerza física y espiritual.
13. No desperdicies tu energía
- Para comprender si su rutina diaria ajustada es correcta, puede llevar un diario de emociones. Registra todos los sentimientos expresados durante el día, qué los provocó y qué acciones se tomaron en la lucha contra la negatividad.
- Para aliviar la tensión nerviosa antes de acostarse, conviene resumir los resultados positivos del día: "Hoy logré hacer todo", "Me sentí solo positivo", "Todo está bien en mi familia", etc.
- Registrar en papel las acciones útiles realizadas en un día o una semana le ayudará a deshacerse de la incertidumbre y el miedo al futuro.
14. Problema = tarea
- Transformar los problemas en tareas le ayuda a salir más rápido de situaciones difíciles.
- En momentos de dificultad, es importante no tener miedo de pedir ayuda, confiar algunas tareas a otras personas y valorar adecuadamente tus puntos fuertes.
- El paso clave para superar el estrés es reconsiderar su actitud hacia él, es decir, transformarlo en una nueva etapa de autodesarrollo. El estrés no aparece simplemente; significa que se han cometido errores en alguna parte que deben corregirse; Algo falta y es hora de desarrollar nuevas cualidades personales.
Vivir en constante estrés no es una situación saludable y puede provocar conflictos en la familia y en el trabajo. Si los intentos independientes de superar el estrés no dan los resultados deseados, es importante no dejar que la situación empeore y contactar a un especialista.
Stanislav Sambursky, psicólogo clínico, psicólogo empresarial.