Probablemente esté familiarizado con la prohibición de meter en el frigorífico ollas y sartenes con alimentos que aún no se han enfriado.
¿Qué pasará si se infringe esta regla?, dijo la cocinera Yulia Arkhipova, experta de la publicación de la red BelNovosti.
¿Qué significa esto para el frigorífico?
Debido a la comida caliente en el estante del frigorífico, la temperatura dentro del aparato aumenta bruscamente. Debido a esto, el compresor del frigorífico tiene que trabajar más para restablecer los valores establecidos.

Como resultado: a) encontrará un mayor consumo de energía, b) se reducirá la vida útil del equipo.
Además, los alimentos calientes colocados en un ambiente frío provocan la formación de condensación. Las gotas se depositan en las paredes del frigorífico y en los alimentos, aumenta la humedad en el interior del equipo, lo que deteriora la calidad del contenido del frigorífico y reduce su vida útil.
¿Qué pasa con la comida en sí?
Los alimentos calientes colocados en el refrigerador provocan un mayor crecimiento bacteriano debido a la temperatura elevada (30-40 grados), que es ideal para la actividad de los microorganismos patógenos.
Incluso después de que los alimentos se hayan enfriado, es posible que no sea seguro comerlos.
Como se mencionó anteriormente, la condensación que se forma en los alimentos calientes afecta su estructura. Los alimentos crujientes se vuelven blandos y las sopas pueden convertirse en purés acuosos.
Y por último, pero no menos importante: la alta humedad y el contacto de los alimentos con la condensación provocan que los alimentos se echen a perder más rápido y tengan una vida útil más corta.