Si decide servir ganso al horno para la mesa navideña, debe estar preparado para posibles dificultades.
Debido a que esta ave tiene la piel gruesa, huesos pesados y una gran cantidad de grasa, es posible que la carne no se cocine o, por el contrario, quede seca y dura, y en ocasiones adquiere un regusto graso desagradable.
Afortunadamente, si tomas cuidadosamente la elección del cadáver, todos los problemas enumerados no te afectarán, cree la cocinera Yulia Arkhipova, experta de la publicación BelNovosti.
Cómo elegir un ganso
Si quieres hornear un pájaro sin relleno, necesitas encontrar un pájaro joven, de unos tres meses de edad. Te llevará mucho menos tiempo cocinarlo y la carne quedará tierna.
Si tu objetivo es sorprender a los reunidos con un ganso disecado, deberías optar por un cadáver más grande de un ganso de seis meses.
¿Cómo “calcular” un pájaro adecuado?
Si tienes un ganso frente a ti, sus patas serán amarillas y sus membranas suaves. El hueso de la pechuga de un ganso será flexible, como el de un pollo, la grasa será blanca y la piel será clara. El pájaro viejo también delata sus patas: son ásperas y tienen un tinte rojizo. En consecuencia, el esternón de un ganso así es duro. La grasa es amarillenta y la piel oscura.
Si es posible, compre aves de corral refrigeradas para hornear.
Los signos de un producto de calidad incluyen un aroma agradable, una piel seca e impecable y una carne elástica: si presiona la canal con el dedo, volverá a su forma anterior.
En situaciones en las que no hay otra opción y solo se ofrecen a la venta gansos congelados, busque un cadáver que no esté cubierto por una gruesa capa de hielo.
Es muy bueno si se vende en envases transparentes: esto te facilitará evaluar la calidad del producto.