Después del festín navideño, es posible que queden algunos platos prácticos, como embutidos o un plato de verduras.
Si se encuentra en una situación similar, le sugerimos que no tire la comida a la basura, sino que la utilice para hacer pizza; los trozos de queso "huérfanos" también le serán útiles.
Todo lo que tienes que hacer es preparar la masa y dar por listo el plato.
Tamice 1,5 tazas de harina en un recipiente hondo, agregue 0,5 cucharaditas de levadura seca, una cucharadita de sal, luego revuelva y vierta 1,5 cucharadas de aceite vegetal y 180 ml de agua.
Después de esto, amasa la masa, haz una bola y déjala reposar en un lugar cálido durante una hora y media, después de cubrirla con film transparente.
Si bien puedes preparar el relleno, necesitarás pimientos y tomates picados que no se hayan comido, así como salchichas, jamón y otros productos cárnicos.
El queso se puede cortar en trozos pequeños o rallar.
Cuando la masa haya duplicado su tamaño, enróllela hasta formar una capa fina, colóquela en una bandeja para hornear, unte con pasta de tomate y coloque el relleno encima, espolvoreando todo con queso.
La pizza se prepara en un horno precalentado a 220 grados durante unos 15-20 minutos.
Anteriormente hablamos de alimentos que no se deben consumir con huevos en absoluto.