En las instrucciones de tal o cual plato, es decir, en la receta, a menudo se puede ver que se necesita jugo de limón para prepararlo.
La opción más sencilla sería comprar zumo ya preparado en botella.
Pero quedará mucho más saludable y a la vez más sabroso si tú mismo “extraes” el jugo del limón. Y te contamos tres formas en las que esto se puede hacer.
1. Primero, saca los cítricos del frigorífico para que se calienten a temperatura ambiente y luego, presionando firmemente sobre el limón, enróllalo sobre la mesa.
De esta manera podrás destruir las membranas conectoras y podrás obtener mucho más líquido del feto.
Solo queda cortar el limón en dos mitades y exprimir el jugo con las manos.
2. Si cree que sus manos no pueden hacer frente a la tarea y no hay un exprimidor en la cocina, lleve unas pinzas de cocina; son mucho más cómodas de usar.
3. La tercera opción es adecuada para quienes necesitan solo unas gotas de jugo de limón.
Debes perforar la fruta ácida con un palillo y luego presionar firmemente el limón.
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