Mucha gente recuerda el sabor de las chuletas escolares. Eran suaves, sabrosos y muy sabrosos.
Puedes repetir su receta muy fácilmente en casa.
El principal secreto de la suavidad y ternura de la textura es que se debe utilizar suficiente pan.
Debes tomar unos 200 gramos de producto por cada 500 gramos de carne picada.
El pan debe estar seco y es recomendable cortarle la corteza. Llénalo con agua durante 10 minutos y luego exprímelo bien.
Junto con la carne picada y la cebolla, puedes picarla con una picadora de carne. Para esta cantidad de carne picada basta con coger una sola cebolla. Puedes complementar el sabor con pimienta, sal y ajo seco.
La preparación hay que mezclar bien y batir un poco para que las chuletas queden más esponjosas y tiernas.
Antes de freír, las chuletas se deben enrollar en pan rallado.
Coloque la pieza de trabajo únicamente en una sartén precalentada con aceite.