El autor del famoso café irlandés (o, como también se le llama, café irlandés) es el chef Joe Sheridan, que trabajaba en uno de los aeropuertos irlandeses.
En 1943 decidió calentar a los pasajeros que esperaban la salida con café al que se le añadió nata y whisky.
La idea fue un éxito y desde entonces el café irlandés se ha ganado un lugar en los corazones de personas de todo el mundo.
Para probarlo no hace falta acudir a la cafetería más cercana: puedes utilizar la receta de este artículo y preparar la bebida en casa.
Para hacer esto, primero prepare café en turco usando 2 cucharadas de granos de café molidos.
Ahora puedes empezar a preparar el almíbar de azúcar. Hervir un vaso de agua y añadir al agua hirviendo 4 cucharaditas de azúcar. Revuelva hasta que el azúcar granulada se disuelva por completo, luego enfríe el almíbar.
Hay que batir medio vaso de nata fría con un batidor hasta formar una espuma esponjosa y ya puedes preparar nuestro café irlandés.
Vierta el almíbar en vasos, luego agregue 90 ml de whisky, café y complete la “composición” con nata montada.