El borscht es un plato delicioso y hermoso que debe su color a las jugosas y saludables remolachas.
Muchas amas de casa utilizan esta verdura para cocinar y freír junto con otros ingredientes.
Sin embargo, existe otro método menos popular: hornear. Gracias a este método, el borscht adquiere un sabor y un color más ricos.
Resulta que si reemplazas las remolachas hervidas por horneadas, su sabor se vuelve más pronunciado.
La verdura retiene todos los nutrientes necesarios y no se cocina demasiado.
Dos métodos de horneado
- Con azúcar y sal. Lave la verdura, colóquela sobre papel de aluminio y vierta una cucharada de aceite vegetal en la superficie. A continuación, espolvorea una cucharada de azúcar y media cucharada de sal sobre la verdura. Vierta vinagre y agregue una cucharada de ácido. Hornee durante 60-90 minutos a 190 grados.
- En la manga. Envuélvelo en una manga y ata un hilo. Precalienta el horno a 200 grados y mete la verdura durante 1 hora. Gracias a esto, las remolachas se vuelven muy jugosas.
De esta forma las remolachas conservan su jugo y nutrientes.