Probablemente todo el mundo sepa que antes de colocar verduras y frutas en el compartimento frigorífico especialmente diseñado para ellas, conviene lavarlas bien.
De esta forma podrá deshacerse de los patógenos que pueden provocar un rápido deterioro de la fruta.
Sin embargo, eso no es todo: antes de almacenar frutas y verduras, conviene secarlas no menos a fondo, esta vez para evitar la aparición de moho.
Si prefiere guardarlas en bolsas de plástico, tenga en cuenta que no puede mezclar diferentes frutas y verduras en una misma bolsa.
Para aquellos que no usan bolsas, deben colocar la comida de la siguiente manera: tubérculos y verduras de hojas verdes cerca, calabacines y pimientos morrones también cerca.
Aquellas frutas que estén un poco marchitas deben colocarse alejadas de sus “hermanos” sanos para que el proceso de deterioro no se extienda a ellos.
Lo mismo se debe hacer con frutas como manzanas, aguacates, plátanos, melocotones, peras; en general, con aquellas que producen etileno. Colóquelos lejos de los demás para evitar daños.
La mayoría de frigoríficos modernos tienen un cajón con mucha humedad y el mismo cajón, pero con poca humedad. Este último es adecuado para verduras y frutas: bloquea la humedad y evita que la fruta quede expuesta a sus efectos nocivos.
