Las chuletas son un plato antiguo que no ha perdido popularidad en la cocina moderna, sino que, por el contrario, se ha vuelto aún más demandado.
Bajo esta palabra se esconden decenas de recetas, cientos de ingredientes y sabores que son relevantes tanto en una festividad como durante una cena normal.
Jugosidad de las chuletas
No menos importante para las chuletas es la jugosidad. Las albóndigas secas y duras se comerán con desgana, y algunas incluso empujarán el plato hacia un lado.
Los cocineros logran la jugosidad de las chuletas utilizando varios ingredientes. Por ejemplo, se añaden patatas, pan tierno o cebollas.
Estos métodos han ganado popularidad por una razón. Aunque algunas opciones han quedado inmerecidamente olvidadas.
El secreto de las jugosas chuletas.
El repollo blanco es otra verdura que se puede agregar a las albóndigas picadas para darle jugosidad al plato.
El ingrediente llenará la carne de jugo y hará que las albóndigas sean aún más sabrosas. Añade 100 g de repollo a 1 kg de carne picada. Pero hay varios matices importantes.
1. Se pica la verdura lo más posible. Una licuadora es lo mejor para esto.
2. Agrega sal a la mezcla para que la verdura suelte su jugo.
3. No lo use inmediatamente, déjelo reposar durante 5 a 7 minutos.